Cactus

Nunca juzguemos por la apariencia
áspera y rústica de una persona,
mira a ese cactus lleno de espinas
y la belleza en su flor que asoma.
Hay que esperar con suma paciencia,
lo que parece algo imposible
en cada cosa mira la esencia
que un día ,de pronto ¡se hará visible!.
Hubo que amarlo ,regarlo siempre,
en la aridez de los días largos,
así en la vida toda simiente
despierta alegre de su letargo.
Y en ese instante, en tu mirada
se hará presente el regocijo
porque las flores fueron creadas
de igual manera ¡que el paraíso!