CREADOR (metáfora a los poetas)

Quien descubriría, que el día fue hermoso, si la penumbra y la lluvia lo golpearon todo. Quien interpretaría los sonidos majestuosos, si no el hombre bardo, que habla con la magia del corazón. Hombre que del desierto exclama su frio, recoge y bebe del agua fascinante que nunca vio, sitios sin respiración dentro de un féretro, inspirados por el amor.

Quien se atrevería si no un bardo a hablar con un lobo en la noche soleada, quien si no el, tiene gracia radiante en sus ojos; si los olfatos consumen el vicio mundanal, en vez de los placeres naturales.

Quien habita el mundo, como aquel que se sienta en el escalón de su sentido, para dar alegría a un lugar escombrado, a destruir este poco de nada que hay en el silencio de la tierra.

Quien si no ese hombre, que emocionado entona la canción de amor a su amada, y le dice: “vamos amémonos hasta el fin, hasta que las cenizas se las lleve el viento”.

¡Bardos infames, decís! Pues donadies, ignorantes  respondo: porque humillas a ese creador de mundos, soñador de paisajes de vida, que cambia el cerebro de tu cabeza, infames que trabajan vegetando y quitan el vuelo de la mariposa, porque se posa en tus hombros.

Bendito el creador que ilumino creadores para que no dejaran morir la belleza del mundo.

El mundo galáctico desterrado, por la imprudencia de hombres sin ley que buscan innovaciones, en vez de corazones, que buscan heroísmo en vez del optimismo. Reinos divididos. Intelecto, los bardos transforman la mirada para bien. Corrientes, matan la flor sin florecer.

El creador hace nuevas las cosas, el paria destruye con pensamientos. El poeta nos detiene este colapso emocional. “con amor y sin razón, se llega al corazón”