EL DOLOR DE UNA MADRE

Un día te di a luz una vida que es la mía

y sin más ni más quieres sumergirme en la oscuridad

me obligas a permanecer en una tumba fría

la existencia en mí no tiene seguridad.

¡Cáncer!, me dijiste, entre sollozo y lágrima

palabra que al decirla se implanto en mi ser

anunciándomeque la muerte se nos arrima

y que un día nos haría perecer.

Como quisiera que nacieras otra vez

morir, ¿por qué?, si aún no has vivido

¡nace de mí!, aunque sea en mi vejez

déjame que muera yo, por este corazón herido.

Si fuiste una en mí y yo, en ti, siempre fui una 

no puedes marcharte dejándome sin llevar

la vida no tendría razón ninguna

si a mi lado no te vas a quedar.