En el momento en que vivimos

Solo en una partícula se encuentra nuestra vida. En un momento de dicha, que puede hacer valiosa toda nuestra existencia. No se trata de pensar; solo de sentir. Se trata de entregarnos al cambio, de aventurarnos a crearnos a cada instante. En cada trozo del tiempo está nuestra felicidad: el amor, el perdón y la gratitud. El sueño que un día se convierte en realidad al morir la soberbia. Deseamos, pero no sabemos conseguir aquello que nos conmueve el alma. Ocultamos nuestros sentimientos, nos envenenamos con la ira y la desolación. Esto, como modelo ya aprendido.