Espérame en el cielo

Los días van clavándose cual dagas, 

en este atormentado corazón

que se llena de llagas.

Me pides que mantenga la ilusión,

que estarás esperando en otra orilla

cuando cese esta absurda pesadilla.

¡Ay amor!, tu sonrisa veo apenas,

donde había calor, impera el frío

y corre por tus venas

llenándote los ojos de rocío.

Triste de mí, morir quiero también,

si te vas, ¿para qué quiero un edén

que apesta a funeral?

El tiempo que nos queda es muy escaso 

y se acercan las sombras del ocaso, 

mas no olvides mi amor que no hay final,

cuando todo termine y caiga el velo.

Espérame en el cielo.