ONDAS SONORAS ¡música!

Es la silaba escrita, el poema fraguado, los renglones compuestos; es fascinación,  reflejo del sol sobre aguas silentes, sin el más mínimo peligro.

El pequeño remolino que atrapa la vista del peregrino, y exalta el pequeño; el mismo, cuando las flores toman vida para brindarse al mundo.

Es quien atrapa un ave enjaulada, la deja en libertad. El silencio es poco, con la soledad, recordando grandezas en cada respirar del viento y la gran orquesta de la lluvia.

Se siente amor cuando se escucha, romance cuando se entiende, complicidad que nunca calla.

Eterna, compleja, dócil, la natural introspección humana que hace desbordar sentimientos, conjugar razones de palabras que encierran lo que de verdad somos.

Como todo va pasando por momentos, es aquella el momento escuchado, es la magia que revienta el tímpano, habiéndolo deleitado.

Impregnante, llena de olas, saca del fango nuestro corazón, lo lleva donde el dolor ha muerto.

Dedicación de muchos, canto de aves, clara aparición de lunas, cuando sale el sol, cuando las rosas florecen.

Timbales de gozo en el eco, cantares de amor del enfermo sin cura. Vivo recuerdo de travesuras de niño; cristales en el océano cayendo la tarde.

Pasos de gigante sobre una lumbrera, cara de luna para tus razones, son las palabras de mil corazones, escondidos entre diez renglones.

El fuego que quema tu interior, la belleza de la playa y el mar, alucinaciones del que sin palabras habla. Gigante, frenética, llenando el espacio de aquel que no ve la más mínima esperanza, hasta que en el silencio se oyen ondas sonoras.