Cuerpo de mujer, piel desnuda,
doradas colinas, recóndito valle,
besos de miel, caricias de brisa.
Te asemejas a la tierra
cuando te entregas:
acogedora, cálida y abierta.
En tu cuerpo me pierdo,
enredado en tu pelo y tus senos,
en un abrazo de pasión y ternura.
Nos amamos en silencio:
que hablen sólo nuestros cuerpos.
Así nos queremos, a veces tiernos,
otras apasionados y casi desesperados,
como si fuera la última vez.
Y después de amar,
en ti es donde encuentro esa infinita paz.
Acariciando tu piel, tu espalda desnuda,
tus caderas, tu cintura , tus cabellos.
Tú y yo, ajenos al tiempo,
hasta que el alba nos sorprenda
desnudos, abrazados y en silencio.
Amigo Jon: Delicado, suave este poema erotico, que tiene la ternura del amor. Eso es lo que queda despues de la pasion cuando existe el amor....toda la ternura de un corazon enamorado. Diez................ Un abrazo, Ivette Rosario.