Proeza

Aventura
Escribir un poema de amor
es una proeza.
Vas zigzagueando, esquivando el dolor,
buscando la primavera, fiesta eterna.
Plena de serpentinas de multiples colores
que se te graban en la retina.
Fugaces amores
que te confunden disfrazándose de rosas,
de claveles y fantásticas flores.
Hojarasca divina que traspasan corazas,
y que se anidan en el alma.
Provocándote sentimientos y falsas promesas,
que se filtran inevitablemente por los poros, por los ojos,
y por un apasionado corazón.
Para luego revertirse, purificarse
creíblemente.
y que finalmente dan flor, dan flor.
Herederas bellísimas,
de una ilusión de amor.