Quisiera

Quisiera estar cerca de ti

Todo ese tiempo

Que me queda de vida

Administrar el rincón de recuerdos

A la hora plena del amor

Y alimentarme de ellos.

Abrir las ventanas del alma

Para revolotear y desaparecer

En tu boca tierna

Dilatando los silencios nocturnales…

¡Llenándote de mí presencia!

Convertirme en un vino

De dulzor y remembranzas

Que vuelva lentas, acompasadas, las horas

En silencios adyacentes

En busca de los requiebros cacofónicos

De nuestra entrega.

Goteando sobre tu alma y la mía

El sabor de la medianoche

Emanando de este corazón galopante

La voz trémula, ardiente, cimbreante

De ternuras retumbantes

En la voz que se adelgaza en gemidos

De placer… desgarrando el deseo.

En los días de azul intenso,

Poner a venta mis esperanzas

Mientras mi sombra se alarga por la tarde

Y en mis ojos se encierre la música libre,

El agua pura y la dulzura de un…

¡Te quiero!

¡Te quiero, mía!