TODO UN HOMBRE

"TODO UN HOMBRE"
Yo ya no gasto mi tiempo
como cuando era un chiquillo,
recostado entre la hierba
contemplando a las gaviotas,
o buscando entre las rocas
algún grillo cantador.
Ya no juego con pelotas,
ni con trompos ni baleros.
¡No señor!
Ya no sueño al ver las nubes
que son magos o hechiceros,
en un reino de algodones
pasajeros,
donde gigantes de plata
por las tardes hacen fiesta
y se visten de escarlata
o se pintan de arrebol.
¡No señor!
No. Ya ha tiempo que no sueño
con las nubes de algodón.
Ya ha tiempo que al corazón
le dio por enamorarse
y ahora sueña en balancearse
en columpios de ilusión.
Hace tiempo que no acudo a
los arroyos ni a los ríos,
buscando ranillas verdes
envueltas en amoríos
con sapos estrafalarios;
ni voy con mi resortera
persiguiendo a los canarios.
Ya ha tiempo que sedentarios
se volvieron mis anhelos,
desde que encontré mis cielos
en los ojos de mi amor.
¡Sí señor!
En ellos corrí las selvas
y en sus labios las manzanas
más jugosas y lozanas
y en su piel,
el azúcar y la miel
más dulces y más sabrosas.
Tampoco corto las rosas
ni las guardo en los floreros,
desde que están prisioneros
de sus amores furtivos,
mis deseos sensitivos,
mis caricias, mis desvelos.
¡Sí señor!
Ya he crecido. ¡Soy un hombre!
Ya no juego a las canicas.
Ahora hay otras cosas ricas
para hacer mis "Chiras pelas"
y hay "Calacas y palomas"
si a tu ventana te asomas.
Ya no enciendo las candelas
por las noches.
Mis derroches y mi luz,
son el brillo de tus ojos
donde gasto mis antojos,
¡Eres tú...!
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)