Un camino de palabras

No quiero que tu vida sea un retrato de tristeza,
No quiero que tus ojos estén tan lejos
Del baile que cubre a tu cuerpo.
No quiero que el sueño impida
Alzarse por los cielos por culpa de la lluvia,
Y que tus manos se refríen al tacto
Cuando busques el calor de unos abrazos.
Te escribí en tantas hojas, de mil formas
Que mi corazón ya naufragó en los arrecifes
Negros que acompañan a la desolación.
Te escribí desde el purgatorio del alma
Intentando encontrar aposentos
Cerca de tu corazón.
Te escribí de la única forma que se acompañar a mis dedos
Con el testimonio de la fe, de mi "Dios",
Bajo la tutela del amor acompañé cada palabra
A un rincón llamado esperanza.
Y ahora ya no importan, jamás te importaron
Nunca entregué mi sangre al barro
Sin ensuciar antes mis rodillas,
Nunca fui merecedor de tu sonrisa
Ahora que la muerte me persigue.
No quiero que dos vidas unan una desdicha,
Que una sellada palabra mezcle el veneno
Con la savia que humedece los labios.
No quiero que un despertar se atrinchere
En las fosas de la melancolía,
Mientras espera que una dulce voz
La rescate de su agonía.
No quiero vivir muerto, ni ser un amuleto
Que adivina al pecado a la llegada del sol.
No quiero verte sin alianza
Sin ese escudo protector que te hace vulnerable
Cuando la noche fría se escampa
Por tus sabanas y te alejan de mi amor.