Está para siempre ...

En un agosto sin prisa,

fue a encontrarse con la Luz,

misma que todos sabemos,

nace del almade Dios.


Mi madre, bella, amorosa,

quién vivió para querer,

se sintió comprometida...

y a Dios quiso enaltecer!


Mi madre, pedazo mío,

mi tesoro, y mi ilusión,

esa tarde de verano...

poco a poco, se durmió.


Hizo de ese Sueño Eterno,

un lugar lleno de paz,

y quedo inmersa en su ausencia...

¡Tan difícil de aceptar!


Cada Agosto me entristece,

aunque ella viene a mí lado,

¡para ser mi fortaleza,

si mi instinto me ha fallado!


Ella está sobre las rosas

de mi querido rosal,

en los pasos de mis hijos,

pues cuida de ellos su andar!


Sé que está dónde me duele,

cuando el corazón se cansa,

en mis pensamientos tristes,

¡en mis noches de añoranza!


Autor.

Marleny De Paz.