Està latièndo un recuerdo
una inusitada expresiòn que tiene,un nombre
que es grito de batalla,es verdad y alegria
esa pequeña oleda de sensaciones
que fueron el sopor,en tu solitaria vida.
¡Y la dejastes ir!
la dejaste olvidada e ignorada
pero ella siente que tu invisibilidad
te tiene cercada el alma;
porque conociò y potenciò
ese lado afable llenito de esperanzas dormidas.
Y vino la rebeldìa,la fuerza,el entusiasmo
a plantearse de sùbito
para los ojos aletargados de la gente
que valoran el talento,la cadencia y armonìa
pero de nuevo te pierdes,te ausentas y callas.
Al poeta nunca hay que negarle la opciòn
de verbalizar lo que su alma siente
por ahì, hay una alma gemela
que sìntonice y aminore la soledad;
esa amiga invisible que en soliloquios habla.
¡Vamos te dasafìo!
escribe desde el centro de tu contemplaciòn
desde tus conocimiento y enseña
que mejor pedagògo
que tu verbalizada trayectoria.
¡Àndale,hacen falta tus poemas!
esa ritmicidad,esa forma
inequìvoca que tanto añoro
dale a tu corazòn esa alegrìa
y vuelve a sembrar las semillas
en los que aprecian tu inspiraciòn y talento.