Yerba buena y verbena

Mi necio destino traigo de lejanía,
me enredo en él sin oír consejo,
los míos con arbitrariedad manejo,
a veces la paga recibo en el día.
Mis versos son restos de melancolía
la realidad enseña el espejo,
extremo realismo es mi complejo,
es que ser persona de bien me porfía.
El dolor de los años no viene en vano
revelan cicatrices en cada mano.
Por extremista no estoy en caverna.
Lo más leal posible siempre procuro
en soledad mis heridas las curo
con hierba buena y también verbena.
Autor Alcibíades Noceda Medina