Hablo de ti, amor,
hablo de la relación que queda,
de esa pasión que se va,
y de esa dulzura que te observa.
No hablo de la pasión ciega,
de esa imagen que te obsesiona,
que te hace hervir la sangre,
que te vuelve loco por verla.
Hablo de la mirada calmada,
de la compañía,
del apoyo enamorado,
del empuje en sacarte,
de tus pozos de lastre.
Hablo de recorrer largos caminos juntos,
superando muros, piedras,
vacios extraños,
inmensas tristezas,
a veces de decirte verdades,
de las que duelen,
de las que aprendes,
esas que solo te dicen,
quien de verdad te ama,
te da su vida entera.
Hablo de ese amor que queda,
el que está contigo,
cuándo no hay quien te aguante,
ó cuando te pierdes,
en ese mundo extraño tuyo,
y solo ella con su mirada,
su caricia,
es capaz de hacerme volver a la tierra.
Hablo de ti amor,
amiga, compañera,
de quién me ha enseñado,
a creer de nuevo en la vida,
en la sonrisa,
en la primavera.