Hallé un collar de perlas, transparente,
con las gotas de rocío formado,
lo imaginé pendiendo de tu frente,
adornando tu rostro idolatrado.
Dando marco también a tu hermosura,
un tocado de pétalos de rosas,
que para contrastar con tu blancura,
las granate, serían primorosas.
Has de crecer, pequeña, y esos ojos,
que semejan dos aguamarinas,
al ser movidos con sutil presteza,
atraerán la atención de otros ojos,
que aprecien tu mirada cristalina,
y sepan que es bastión de tu belleza.
® Susana Valenzuela
08-09-09