Prefiero el silencio de tus rosas de anhelo,
al crujir de tus lágrimas,
al llanto de tu vacio.
Prefiero sentir que la distancia entre tu y yo es tan corta,
que hasta las sombras se aman,
como una sola flor,
esfumadas en su abrigo de recuerdos.
Prefiero tu sonrisa,
a tu atardecer escondido en las aguas del tiempo,
donde se pierden tus ansiedades,
tu búsqueda exacta del recuerdo.
Prefiero tu mirada inquietante,
que no sé si es agua estancada,
rio,
o mar en calma,
pero prefiero tu mirada,
aunque a veces deje de ser serena,
y se pierda en una desbandada de estrellas.
No sé,
es algo distante,
como distancia entre nuestras nubes,
sin tu agua,
sin tu aire,
ese que yo respiro.