Hablemos de mujeres

Hoy quiero transmitir algo que no tiene ciencia- es del tiempo que viví Y es fruto de la experiencia- Confieso que antes de hablar tendría que ser prudente- que me lo van a reprochar la mayor parte de gente- Que en fin es una memez Y debería ser mas parco- que me recuerda al Marqués que se mete en “to”los charcos- Pero al fin no tengo apaño me lo pongo de deberes- pues tampoco hace daño el hablar de las mujeres- El tema a desarrollar empieza por un problema propongo catalogar Y tenemos un dilema- Pues si es por caracteres hay tantos como mujeres- aun en la misma mujer hay dos carácter o tres- Si no tienes mucha suerte Y tiene el carácter fuerte- no tienes nada que hacer llevaras las de perder- Si la ves muy apacible no sabes lo que decirle- porque tu no ves muy claro ese carácter tan raro- Y hay que pensar con presteza que algo trama en su cabeza- por si se torna en rabieta ten a mano la tarjeta- Aquí quien sale ganando el banco que va sumando- que se ha excedido otra vez y te cobra un interés- Y a ti te tiene contento cargando el veinte por ciento- pero te sale barato si evitas pasar mal rato- Un vestidito elegante la pone de buen talante- pero no seas muy tonto se le suele pasar pronto- Cuando se lo pone encima al ver que no le combina- y su malestar le crece pues no tiene que ponerse- Y además se lo ha probado y el vestido le ha estallado- y te hace la pregunta que por lo bajo barruntas- “Cari” te has percatado de que algo he engordado?- Y tu de momento callas pues has calculado tres tallas- Y piensas bien la respuesta te estas jugando el pellejo miras hacia la puerta y la ves bastante lejos- Y contestas sin desdén- anda mujer, vamos,vamos- yo te veo igual de bien- que el día que nos casamos- Para evitar sin demora que caiga en la depresión- le dices vamos ahora y te compro un pantalón- Y se devuelve el vestido que esta hecho en Saigon- Y de todos es sabido que es otra numeración- Ya de vuelta en Cortefiel porque vas de acompañante- como está como un tonel piensas que dará el cante- Y no te has dado ni cuenta y aparece la dependienta,- para que vaya probando que talla le voy sacando- Te salen varias canas y te encomiendas a Dios y ella dice tan ufana hasta ayer la treinta y dos- La chica me ha mirado pero yo he disimulado mirando con atención un precioso chaquetón- Tras una jornada dura al cabo de tres sesiones- no le daban la cintura los dichosos pantalones- La situación me marea urge ya una solución- le cambiaremos la idea “pa” resolver el problemon- Cariño te has percatado de ese fular ahí colgado- de tela de “cachemil” y de precio casi mil- Es de marca prestigiosa y a mi ya me esta encantando- mientra vemos otra cosa yo te lo voy comprando- Al pronto tu ves que duda pero es tan solo un rato- prefiere quedarse muda porque al final no es mal trato- Y de forma harto sencilla consigues salir del trance- al final te maravilla semejante desenlace- La solución no es compleja es su carácter peculiar- no es que la ropa este vieja es que hablamos de gastar- De tirar de la cartera de soltar el billetaje aunque el producto sea hortera pero que cueste un perraje- Y ya de vuelta en casita contento con la estrategia- el humor se te marchita viendo a tu mujer muy seria- Acaba de comprobar que lo tiene repetido el magnifico fular que le regaló el marido