Vivir contigo sobre pasa al mismo cielo
en carne y espíritu me hallo en libertad,
en gloria vivo y el edenes sobre vuelo.
No hallo palabra para ésta realidad
verte real, tan celestial es mi consuelo.
Alegremente yo, pensaba describirte
me falta léxicos, quedé sin adjetivo,
solo con mi palabra, cómo descubrirte,
ilustrarte imposible y es definitivo
Mujer; me inhibida y, no puedo definirte.
Eres bálsamo o culto que incita mesura,
yo solo soy error para tu alma celeste.
Muto odas de balada buscando premura
para salir airoso sin mostrarme agreste.
Plasmarte, realmente me causa locura.
Niña radiante, deseo verso profundo
a zarzamoras embebidas con fragancia,
a tu aroma salvaje del sueño iracundo,
la paz que redime hasta la falta de infancia.
En tu pequeño cuerpo veo todo un mundo.
El señor de los fierros
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