Te busco entre añejas palabras que hablan de ti,
Entre símbolos y señales para encontrarle razón a tu existencia,
Te busco como las primeras flores al sol de primavera,
Para lograr entenderte y sentirte en lo profundo de mi alma.
Quiero dejar atrás mi propia sombra, el reflejo que revela mi ser,
Ser y ver mas allá de la imagen y la semejanza que me concibió.
Lograr entrar en las alturas donde vive tu reino,
Y ser parte de esa fe, que quizás, solo es un consuelo para este mundo.
En ocasiones me niego a buscarte, por el temor a encontrarte
Y hallarte de la forma que otros quieren que te encuentre,
Tu nombre bajo miles de ideales y reglas solo impuestas por el hombre.
Te busco y te buscaré, solo como yo quiero descubrirte,
En la inocencia de una oración de un niño, que se hizo hombre.