LOS ENCANTOS DE LA SELVA

Entre setas y hojarascas
juegan las santateresas
patilargas, descolgándose
de las agónicas hiedras.
Algunos cuantos ofidios
tímidos se corretean,
disputándose los últimos
rayos del sol y bostezan
los anélidos y saurios
sobre las enredaderas,
mientras los nematelmintos
sin ambages se aparean.
Una pléyade de hormigas
con su carga de hojas secas
van en fila silenciosas
a surtir sus alacenas.
Los alisos y oyameles,
con sus frondas indefensas
azotadas por el viento
trémulos se balancean.
Algo gimen, algo cantan
las becadas que aletean
con su voz de clarinete
de selváticas orquestas.
Las humildes trepadoras
entre sí se cuchichean,
abrazadas a los tallos
de castañas boquiabiertas.
Pronto el cielo se descarga
en sollozos que revientan
y sucumben a sus ayes
los encantos de la selva.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC