De mi fuero interior,
la llama de algún nomeolvides
incrustado en tus entrañas,
todo lo que has sido
en mis vidas tan inquietas,
una pared,
contenedora de todas
las pasiones de mi alma,
un refugio,
efecto virtuoso
de los males de esta tierra,
un diálogo,
justo, preciso, espontáneo,
una alquimia,
donde la magia del amor
transportaba sensaciones
a mi cuerpo,
una amante,
perfecta, precisa, selecta,
un perfume,
que aún llevo guardado
entre los cajones del alma,
una mujer,
que alguna vez
me dió lo que no tenía
y le devolví...
silencios y nostalgias.