Tal vez, sino fueras tan bella,
si tuvieses alguna impureza
incrustada en tu piel, tu cara o tu alma;
Si no te destellaran tan perfectamente
esa boquita, ese parpadear de tus ojos,
entonces yo te toleraría
y no me doblaría ni caería de amor por ti
con esta cara de iluso, de tonto.
Si tan solo yo en ti encontrara
una mala pincelada en tu ser,
un gesto mal ávido en tu persona
o algún detalle en lo que eres tú,
quizá ya no me deslumbraras más
ni verías en mis ojos enamorados
los ojos de un ebrio perdido
que secretan lágrimas de amor por ti.
Pero tú no tienes algo malo en nada
que hasta pienso que si estuvieras mutilada
seguirías siendo igual de bella
y te seguiría poniendo en mi mente
para retenerte más y más
en el pecho, en el cuerpo y en el alma
de este frágil humano
que sueña contigo a su lado.