¿Cómo puedo
demostrarte que te quiero,
si no crees en la veracidad de mis palabras,
en lo sublime de mis comparaciones
ni en las súplicas de mi alma?
¿Cómo podré explicarte mis sentimientos,
si de tolo mío para ti nada es cierto?
La razón de este amor obsesionado,
por más que la busco no la encuentro,
aunque tu negativa no es barrera,
siento que es una herida que en mí queda;
pero para mí eres algo especial,
lo eres todo y eres algo más.
Para mí eres igual
a las plantas, sus hojas y su flor;
a las aguas de los ríos y del inmenso mar;
a la luna, a las estrellas y el sol.
Para mí eres igual
a los bosques, al valle, a las montañas;
al viento y su tierno soplar;
al cielo, a los lagos y las playas.