Quisiera decirte mil cosas,
contigo otra vez poder platicar,
contarte todas mis penas,
besarte, abrazarte y decir !te quiero papá!
Dejé pasar los días
no te fui a visitar,
ocupado en mis quehaceres
me quería justificar.
Espero como siempre
perdones mis errores,
comprendas mis defectos
y que por mi a Dios implores.
Las flores no las podrás ver,
mis lágrimas no podrás enjugar,
tú cariñosa voz en mi vida
nunca más la volveré a escuchar.
En vida no aproveche
lo que tú me brindabas
consejos y palabras de cariño
en el vacío se quedaban.
Nunca quise atender
tus sabias enseñanzas,
hoy no sé que hacer,
!mi vida acabo con ansias!
Ojalá estuvieras conmigo
demostración te daría
que tus lindos consejos
me guían hoy en la vida.
Donde quiera que estés
sé que me estas escuchando
y sin que yo te lo pida
por mi estarás rezando.
Padre querido, adorado,
te recuerdo con amor
estoy seguro que allá en el cielo
algún día nos reunirá el señor.