Si vieras el cielo que estoy viendo,
si escucharas el sonido que escucho,
si sintieras la brisa que siento
sé que te sentirías como yo no estoy ahora mismo.
Ni millones de estrellas en el cielo,
ni el rugir de las olas a lo lejos,
ni la mas agradable brisa:
se comparan con el ver tu sonrisa,
con el sonido de tu voz
ni con el frío de tu mirada.
Los insectos lloran por agua,
las estrellas buscan su luz,
la brisa encuentra su destino,
las olas siguen por su camino.
Qué curioso, todo eso eres tú:
Sigo por el camino al que me lleva tu luz,
viendo el agua de tus lágrimas, mi destino eres tu.