La incógnita cabalga presurosa,
en la vigilia de los besos surgió.
En su nombre solo hay vestigio
desconocida, pero nada dudosa.
Ella se mostraba fiel a su amor,
pero tal vez no sabe de amistad,
y va en busca de su otra mitad.
Él siempre es temeroso del rencor.
Sus hojas de otoño, espera invierno,
el diablo lo vio raro en el infierno,
su pecado escribió con tinta lágrima,
a ella la recuerda solo como amiga,
y al mirarla aun siente fustiga,
que azota su alma lleno de enigma.
Autor: Alcibíades Noceda Medina