Quieras o no, la conformación de tu sonrisa
precede los amplios aspectos de todo lucero,
brilla, se sumerge y a veces en la prisa
sabe a fragancias que se inundan de veleros.
Quieras o no, la sensación de mirarte responde
a una actitud mas a que un vínculo de deseo,
transcurre, observa y a veces se esconde
donde no lo encuentren los silentes aguaceros.
Quieras o no, y si de este amor se trata
acerca tus rubores a mis mejillas somñolientas,
en ellas encontrarás la calidez que desata
el verbo incesante que con tu boca...alimenta.
Y quieras o no, si eres el amor de mi vida
tendrás que acostumbrar tu piel a mi desvelo,
cuando vistas de jazmines los versos que escribas
y de horizontes tenues la verdad de mis cielos.