Al voltear la cara los vì
Mis padres me extendían sus manos
Y me pedían que los siguiera
Sintiendo enorme gozo dentro de mí
Mi Padre, con su rostro sonriente
Pleno de armonía y satisfacción
Mi Madre, con mirada de dulzura
Y gran cariño, que agradable sensación
Parecía que emanaran luz de sus manos
Luz blanquecina y tranquilizadora
Tan clara como la de los veranos
Tan limpia como la de la aurora
No externaban palabra alguna
Yo quería alcanzar sus manos
pero algo me lo impedía,
por mas esfuerzos que yo hacía
angustiado por sentir que se alejaban
en medio de una luz fuerte, cegadora
sentí temor por ver que me dejaban
y les imploré, por favor no me dejen ahora
de pronto un ruido me alertó,
y yo con respiración agitada y llorando
pronto comprendí lo que sucedió,
y es que solo estaba soñando
que decepción, yo creía que con ellos
ya me reuniría, que mi Madre
nuevamente acariciaría mis cabellos
y yo besaría nuevamente la mano de mi Padre
pero no, tendré que esperar
a seguir en este trajín,
la angustia tendré que superar
y esperar a que llegue mi fin.
Gualberto Alcántara Olalde