Sólo te pedí amor

Yo sólo te pedí amor,
¡y tu me has dado la gloria!
Sólo esperaba tu amor,
tu lealtad, tu comprensión
y tu solidaridad
en esos duros momentos
en que sopla fuerte el viento
helado de la adversidad.
Te pedí tu corazón,
unas migas de ilusión
y un poco de fe en mis sueños,
casi como una plegaria;
te pedí tu compañía
para volver menos fría
mi senda, tan solitaria.
¡Pero tu me has dado el cielo
reflejado en tus pupilas!
¡Me has dado la luz del sol
deslumbrante en tu sonrisa,
con diez mil amaneceres
de luz y de alegre brisa!
Tu me has dado un paraíso
en el que yo no soñaba;
me has dado, mujer amada,
de tu voz el dulce hechizo,
tu corazón tan hermoso
¡y un regalo esplendoroso
en tu alma, tan elevada!
Yo sólo te pedí amor,
un poco de tu calor
para mis pasos cansados,
y tu has colmado con creces
en cada noche ¡mil veces!
mis sueños más desbocados
con tus besos, tus cuidados,
permaneciendo a mi lado
y diciéndome con fervor,
en un murmullo apagado,
que en verdad me perteneces.-