Atrapado entre tus piernas...
casi al desespero,
sin el aire manso de
cúspides inviolables, en tus esteros,
húmedos, persistentes,
indoloros, casi místicos y
permanentes,
sesgado al descontrol
de tus gnomos, pálidos reflejos
de una sinopsis quieta y pequeña.
Atrapado entre tus piernas...
casi ahogado entre el sabor
maravilloso de tus confines y
tus labios imperfectos
en sus laberintos perecederos,
sin dartelo todo, me lo das,
hasta me lo describes
con la pura intención
de un gemido aterrador,
estas en mí...como yo en ti...
y sin embargo parece que ambos
no existimos en este mundo,
ni vamos a reflejar
la voluntad de quedarnos.