En el juego del amor

En el juego del amor
unos pierden y otros ganan
y mientras unos enferman
otros ya nunca más sanan.
En el juego del amor
hay quienes se vuelven locos
y recobran la cordura
de todos ellos muy pocos.
En el juego del amor
las noches se tornan días,
las reservadas locuaces
y las más calientes frías.
En el juego del amor
no hay murallas ni barreras,
sólo basta con quererte
y con que también me quieras.
En el juego del amor
no solemos ser los mismos
porque no diferenciamos
de las cimas los abismos.
En el juego del amor
el más sabio se equivoca,
el humilde se enaltece
y el más prudente se aloca.
En el juego del amor
todo pasa. No hay secretos.
Unos hasta escriben versos
que parecen ser sonetos.
En el juego del amor
se alborotan los sentidos.
Unos andan muy despacio,
otros andan muy urgidos.
En el juego del amor
se transforman los colores.
Si una queda malherida
no le faltan redentores.
En el juego del amor
que se salve aquel que pueda.
El amor no admite pausas,
nunca es época de veda.
En el juego del amor
no se vale la diatriba.
Tanto gozan los de abajo
como gozan los de arriba.
¿Quieres ver a un hombre rudo
revestido de candor?
Lo verás si participas
en el juego del amor.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC