Al fin del día, la mente me dicta
nuevos versos, sin tanto sentido,
tal vez el lector dirá que ha sido.
Versifico tal cual, en forma exacta.
En realidad es clara la escritura,
con mi vaga sombra termina el día,
a lo que me leen, la burla no es mía,
Una vez más será adversa la lectura.
Estoy en la prisión de cada verso.
Estremece el canto de lo que canta,
lo hacen con júbilo, al oír espanta.
Es la muchedumbre en su futuro diverso,
también desean burlarse de la nostalgia,
y el vértigo, que la mente presagia.
Autor: Alcibíades Noceda Medina