Sabes que ya no puedes ser claro con los amigos,
que te escriben y te mandan libros,
con direcciones nostálgicas,
del tiempo en que nos veiámos.
(Cuando, sí, la franqueza
era el que más esperabas,
todo el mundo queria al otro.
y si fuera posible
que el otro fuera el mejor poeta).
Ya ni con quién convives,
y compartes horas de bienestar o problemas,
en una felicidad de forma intermitente,
las escaleras de tú misma casa.
puedes a veces expresar tu gran miedo.
Ves que cada dia te dan golpes que.
calan más hondo;
- el trabajo que te corroe como una carcoma,
y las penas te dejan sola,
los otros que te asedian insidiosamente,
y los que, amigos, se van.
para siempre más .te obligan.
a comenzar un dialogo con los muertos,
y te infligen no queriendo,
siendo igualmente fuertes,
todo lo que uno puede ser,
sin ni decirlo suavemente.
Te das cuenta, sí, de que cada vez más,
vivir és aprender a callar,
y satisfacer un insaciado egoismo:
El del corazón, el de la piel, el de la mente,
que a partir de cierta edad
nada se refusa cuando el deseo aflora.
.Carmina.
.3/8/2006.