Te aborrezco, te ofendo, te reclamo,
tu amor y tu cariño, los reniego,
y al tiempo dulce bien, igual que un ciego,
estoy tan irritable porque te amo.
Intento silenciarme y no proclamo,
el modo tan soberbio y palaciego,
de precisar de ti, tu voz, tu fuego,
y el modo tan discreto en que te llamo.
Impera mi altivez, perdida en ego,
y mientras más impera, más me inflamo,
y luego antes tus ojos me repliego.
Y aunque con ira altiva te reclamo,
y aunque con firme empeño yo te niego,
me encuentro en este estado, por que te amo. (2007)