Me mirabas cada día
de lejos, y algo distante,
me notabas distraída ,
queriendo ser importante.
Un día vestida de fiesta,
te dejé, como alelado,
no cualquiera manifiesta,
que está muy enamorado
de alguien, de quien no conoce,
ni su nombre, ni su estado,
que siempre está haciendo pose,
cuando pasas a su lado.
Que impúdica se ha mostrado
a veces, con poca ropa,
y no le ha preocupado
si a otros hombres, provoca.
Hoy fue el colmo del desastre,
justo que estabas pasando,
sacábanme el traje sastre,
y mi intimidad, mostrando,
provocó en ti, transeúnte,
tal ataque de locura,
que haciendo muy buen apunte,
tomaste buena postura,
y con un golpe tremendo,
rompiste el escaparate,
causando con el estruendo,
al hacer tal disparate,
que te lleven detenido,
y sin que logres zafarte,
debiste ser contenido.
¡ De un maniquí enamorarte !
® Susana Valenzuela
12-09-09