A Ti, que vas a leerme

-A Mi Mujer, Mª Antonieta, que con tu larga y penosa Enfermedad, me regalaste las muchas horas libres pude dedicar a escribir estos Versos. Muerta ya, Tú no me necesita. Y Yo, me sobro.
-A mis Hijas, Ruth y Bárbara, que con vuestro Amor y Solicitud tanto nos ayudasteis a vuestra y a mí, a sobrellevar los peores momentos de su Enfermedad.,
-A sus Maridos, Alfredo y Jota, que rivalizasteis con mis Hijas en cuidarnos y atendernos rn medio de tanta tribulación.
-A mis Nietos Alicia (mi “Pirraquitas”) y Alejandro y Jacobo (mis “Pizpiretos”) que con vuestra sonrisa iluminasteis nuestras horas más tristes y oscuras.
-A todos los que guardáis mis Versos en vuestro Corazón.
-A Ti, Padre, que tanto hiciste porque hiciera lo que estoy haciendo. Aunque, seguramente, mejor hecho.
-Aunque causas ajenas a mi voluntad hicieron de mí un “autodidacta”, me considero Discípulo de todos aquellos que con sus obras y con su ejemplo me marcaron el camino a seguir. Quisiera, al dedicarles estos Versos, devolverles un granito de la inmensa cosecha que en mí sembraron. Agradecerles lo que jamás podré pagarles. - Hay muchos Maestros. Pero Uno Solo es el Maestro: JESUCRISTO. Porque sólo El nos trajo a Dios. Porque sólo El nos llevará hasta Dios. Pues El es Dios. Y si Dios es Amor, Amor son estos Versos. Y por eso les puse por nombre VERSOS DE AMOR. Te ruego que, con ese mismo Amor, los leas y propagues.
- Si Dios es Amor, estos Versos también lo son. Debieran ser, por ello, unos Versos “Divinos”. Pero temo que se me hayan quedado en “demasiado humanos”. En cualquier caso, si en algo te ayudan a mirarle a Dios con los ojos de la Fe y de la Esperanza, tal y como yo le miré y le vi, no habré perdido el tiempo al escribirlos. Ni tú al leerlos.
- Lee mis Versos. Son, o quise que fueran, mi más apasionado Homenaje al Amor en sus dos manifestaciones esenciales: la “romántica” y la “mística”, inspiradas directamente en la Mujer y en Dios, dos de los motores que siempre han movido y seguirán moviendo a la Eterna Poesía. Quiera Dios que Yo, al escribirlos y Tú, al leerlos, seamos como el carburante que habrá que seguir echándole a esos dos motores para que jamás se paren.
- Te confieso que al escribir estos Versos, quise hacer lo que más deseaba hacer: los más Bellos Poemas de Amor jamás escritos. Y una vez hechos, dedicárselos a CRISTO. Pero no me salieron tan Bellos como quise lo fueran. Porque los leo y no me gustan. Mas me queda un consuelo que nadie podrá arrebatarme: saber que para CRISTO, el haber querido darle gusto, valdrá más que el habérselo dado.
-Te juro que cambiaría mi Pluma por tus Pinceles. Mis Versos por tus Cuadros. Y ganaría el Arte. Ese Arte al que Tú y Yo tanto amamos. De tanto como amamos a la Belleza. De la que el Arte nace. A la vez que lo engendra. Y que, por eso mismo, tiene en Dios a su mejor Artista.
- Lee estos Versos. En ellos le canto al Amor. Porque el Amor es el Sentimiento que más nos ennoblece y dignifica. Tanto que el mismo CRISTO lo proclamó el primero y principal de Sus Mandamientos y signo distintivo de todo Buen Cristiano. Y Yo siempre quise serlo. Aunque nunca lo lograra.
- Anoche soñé que me leías. Por la mañana, al despertar, lo seguí soñando: a veces los Sueños se cumplen. Por lo menos mientras los sueñas. Así, pues, y por haberme hecho soñar dos veces, dos veces: ¡¡gracias!!, ¡¡gracias!!
- Venciendo mi constitutiva timidez me atrevo a dedicarte este Libro. Porque, después de todo, sólo me expongo a que me lo leas. Sólo me arriesgo a que te guste. Y como la suerte llama a la suerte, a lo mejor hasta haces que Otros lo lean también. Y así seremos muchos más los que, por medio de él, alabemos a CRISTO.
- No tires estos VERSOS sin antes hojearlos. Pretendo hacerte un favor. No que me lo hagas. Pero si sólo te hice perder el tiempo, perdóname. Porque más lo perdí yo al escribirlos. Y ya me he perdonado.
- Por favor, lee estos Versos y dime, luego, que son “maravillosos”. Y aunque sepa que me mientes, te creeré. Y me ayudarás a que siga adelante. Y a que recobre la Esperanza perdida. No habrás mentido en vano.
-No me preguntes que qué opino de mis Versos. Ya lo sabes. Pero, contra toda esperanza, una esperanza tengo: que pues sólo me propuse homenajear a CRISTO, acaso de Su Mano El me haya llevado para que el más honroso de mis propósitos no acabe en el que sería el más doloroso de mis fracasos.
- Mi granito de Amor he puesto en estos Versos. Pon tú el tuyo al leerlos. Y que al que se lo des a leer, ponga el suyo también. A ver si así, granito a granito, hacemos, entre todos, ese Gran Granero de Amor que CRISTO quiso que hiciéramos de este Mundo.
- ¿Iluso o Ilusionado? ¿Qué seré.qué seré?. Seré el más dichoso, si mi Libro lees. Y una vez leído, das a Otro a leer. Déjeme que sueñe. Sólo soñar sé.
- ¡¡Gracias por leerme!! ¡¡Gracias por valorar mi Esfuerzo, sin acusarme de los Resultados!!. Que ante Dios y ante las Buenas Almas, siempre merecerá más el Esfuerzo sin Premio, que el Premio sin Esfuerzo.
- Poeta quiero ser. ¿Lo soy, tal vez? No lo sé. No lo sé. Por favor, léeme. Y de todas mis dudas, sácame. Para que sepa qué poquito sé. ¡O para que me calle, de una vez!
- El Buen Vino Viejo hay que beberlo sorbo a sorbo. Para mejor saborearlo. Para que no te embriague. Lee así mis Versos. A ratos sueltos. Eligiéndolos al azar. Como si buscaras el regusto. Como si huyeras del hartazgo.
-Le pido a Dios que mis Poemas te lleguen hasta lo más profundo de tu Alma. Y que te conmuevan tanto., tanto, que tardes cinco minutos en leerlos. Pero necesites de una Eternidad para olvidarlos.
- Recuerda que la Poesía es la distancia más corta entre dos Almas que sienten unos mismos Sentimientos. Y que saben trasfigurarlos en Palabras. Y esos Sentimientos son el tuyo y el mío. Y esas Palabras son las que Yo he escrito. Y Tú vas a leer.
- ¿Me dices que te diga que qué son estos Versos?. Son cientos de Poemas en busca de un Lector. Y en ti lo han encontrado. Te lo pague Dios.
- Si Amor con Amor se paga, al dedicarte estos Versos de Amor te hago contraer conmigo una inmensa Deuda de Amor. Y no me moriré hasta que me la pagues. ¿Cómo?. Simplemente leyéndolos.
- El Pan de cada Día, que Dios te lo dé Hoy. El Poema que a tu Alma dé alimento, Yo te lo quiero dar con estos Versos. Abre al azar el Libro y léete un Poema cada día. Porque tu Cuerpo y tu Alma necesitan, al mismo tiempo, Pan y Poesía.