Pensando en ti 1

PENSANDO EN TI
Pasa el humo alborozado de mi alma
suena como una campana
No es un recuerdo…tampoco, es un olvido
Viaja el humo trayéndome todos tus delirios
Voy amarrada a tu coraza
Sé eternamente tú mi escudo
Vive en el tálamo de mis capullos
Sé mi perfume de sándalo y canela
Cúbreme entre tus brazos amor
que tengo hoy tanto frío
No ayer…no mañana
Abrázame eternamente
Ahora, te internaré en el alma
Clavaré mis uñas en los muros de todas tus ausencias
Dibujaré un cofre con mis dedos
sobre la piel de tu vientre
mientras la sangre sale de mis entrañas.
Sé , amor, que estás muriendo conmigo
Tú serás mi cielo, yo quizás tu infierno
Ámame en tú agonía
No es un recuerdo…tampoco, es un olvido
Desearía ahogarme en tu sed, perderme
escuchando las campanas del destino
entre las nubes de los sueños
en donde el nuestro vida,
sea un sueño de otro suspendido
con la ilusión de un “nosotros”
Tan lejos… tan cerca de ti
Ahora he de tenerte mi alma
quiero que seas mi abrigo
No dejes que me pierda entre sombras
ni que el tiempo nos engañe
hundiéndonos en soledades desesperadas
No en el recuerdo…tampoco, en el olvido
Me sumerjo en un mundo de nadas
Me inoculo en los vapores de tu cuerpo
en tu corazón lleno de vacíos
Aparto las sombras
Escupo los olvidos
Se me secan las lluvias
y termino lamiéndome todos tus ríos
hasta que nuestros fluidos
se viertan en esencias de perfume
Ahora yo te tengo en mi alma
salvándote de ardientes llamas,
rescatando la materia
esperando en el polvo infinito
mordiendo miedos y ausencias
con fuertes besos,
besos, esos que duelen y sangran
Estos besos mis únicas armas
con la que me enfrento a la guerra.
Ondula tu pluma y clávala en mi pecho
No en el recuerdo…tampoco, en el olvido
Tiñéndome voy los pulmones de negro
cuando me mata la impaciencia
Pasa el humo su niebla, suena en el alma
Como una campana
rompiendo la plenitud del silencio
que llama y dice:
Sí: “Dígame, usted, amor… Es urgente…”
Y llega la paz a mi alma.
JEM WONG
13.01.2003
“La ausencia disminuye las pequeñas pasiones y aumenta las grandes, lo mismo que el viento
apaga las velas y aviva las hogueras”
François de la Rochefoucauld