Amanece en Rancagua
mi celeste cielo,
en Maitenes mirando
el valle es inmenso.
Como plato que crece
con sus bordes de plata,
de un extremo a otro
los picos de los cerros.
Mas ese Río Loco
que baña tus viñedos,
te trae los mensajes
que blancos copos fueron,
cayeron en la cumbres,
bendiciones del Cielo.
Amanece en Rancagua
hoy, cuna de mineros,
soñador de Los Andes
prodigiosa montaña
fue tu cielo primero.
Los recuerdos te hieren
y te nublan los ojos,
tu niñez te reclama
hoy tu casa es despojo.
Solo queda en la alma
de esa blanca morada,
los momentos más lindos
en el tren, las quebradas,
jugarretas de niños,
congeladas escalas,
en trineo carreras,
las tormentas nevadas.
Y buscas en silencio
preguntando a las cumbres:
Sewell.¿dónde estás?
¿soñé tal vez que te tuve?
01.11.93