Un poema tiene piel de orquídeas,
Exquisita en sus colores de arco iris,
Eres tú palpitando en todas mis ideas,
una inquietud flotando en mis jardines.
El poema que escribí aquella tarde,
Fue un huracán ardiente de pasión,
Una vida dulce aprisionada en balde,
Por letras palpitantes de emoción.
La sonrisa de un poema es elegante,
Convierte el invierno en primavera,
Ablanda al más duro sentimiento,
Y la oscuridad hace la luz primera.
Cuando el poema llora de amargura,
Los amantes bajan la cabeza en silencio,
Sienten la voz y el dolor de su agonía
Pero admiran su fuerza de guerrero.
Tú existes en la piel de mis poemas,
Por que veo en ti tantas virtudes,
El planeta sabe de mis quimeras,
Tu corazón de todas mis inquietudes.
AUTOR: IVAN CARRASCO AKIYAMA /PSEUDÓNIMO D_Amadore