Síntomas había la crisis avisaba, allí en la lejanía una burbuja se hinchaba. El viento la empujaba rumbo, no tenía mirarla nos encantaba, de colores parecía. Creamos una depresión, atmosférica, se entiende, a la burbuja causó impresión, y resuelta hacia nosotros viene. Ya la tenemos por compañía se queda, nos ha elegido con festejos y algarabía cebarla, se ha decidido. El cebo la engordaba, en aquel lugar ya no cabía más espacio reclamaba límites, no quería. Tanto, tanto aumentaba que el canto de un ladrillo, por mal puesto le rozaba y terminó siendo cuchillo. La burbuja reventaba dejó escapar sus gases, provocó una espantada y olores de todas clases. Huele a políticas caducas huele a marginación huele ha cohecho, a chapuzas huele a prevaricación. Huele a pringoso pastel, con sus moscas al rededor, atrapadas quedan en el y asfisiadas, por el hedor. Huele a casas de empeño que a los recuerdos tasan, a tu orgullo, hacen pequeño y de sentimientos, pasan. Huele a, "Que hay de lo Mío" a la cultura del pelotazo. a la influencia de "Mi tío" al empujón y al codazo. Huele a Préstamo de "Meofendís" me ofendís, llamándome usurero a bién os lo dejo, vos, lo multiplicaís devoción os debo,soís mi Santo milagrero. Huele a dinero financiero, huele a ladrillo de tu hogar "olor", que te presta el banquero y como "esencia", tú debes pagar. Huele a "Comisión" a chanchullos, a ventajas huele a "Inquisición", a chantaje y amenazas. Las crisis tienen su cura aprendamos la lección, practiquemos la mesura a corrupto huele, la malversación. Amadeo Noviembre del 2009
De la colección:
Cuentos para niños adultos.