No escucháis con mis oídos,
no veis con mis ojos,
no entendéis con mi cerebro,
ni yo con los vuestros.
Mi meta ya no es rebobinar,
que va,
solo hacía falta levantar la vista
para saber que el sol seguía en su sitio,
y que Dios seguía siendo un cero a la izquierda.
No aspiro a llegar a la cima,
a mi con escapar de esta sima me basta,
y al menos veo ya algo de claridad,
queda una dura subida,
pero llegaré sobrado de fuerzas.
Me he puesto en pie como un soldado,
el arma de la que dispongo la utilizo de escudo,
las minas de mi alrededor las esquivo con precaución,
la guerra sigue,
la guerra nunca cesa,
pero esta batalla es mía,
por primera vez me he vencido a mi mismo.
Y así avanzan los días,
como hace años,
hablo como un anciano
y tengo cara de adolescente,
he crecido rápido
y ya he vivido casi de todo,
no me asusto con facilidad,
no soy tu juguete,
no soy un corderito,
pero tampoco soy un lobo cielo,
solo soy un tipo normal
atrapado en una vida normal.