En un rincón de la galaxia Delta

En un rincón de la galaxia Delta estaba el Principito,
un ser extraño que venía montado en un cometa. Miles de años transcurrieron en su viaje, estrellas, lunas,
planetas olvidados,
huecos negros,
galaxias espirales,
planetas de todas las formas y tamaños,
todas estas cosas las vio el Principito extasiado,
con su alma de niño,
tan inmortal como la galaxia.
Donde él llegaba, surgía la vida,
la risa,
los juegos,
los niños,
las travesuras,
los chocolates
los nuevos conceptos sobre el Cosmos,
ahora estaba en una nueva galaxia de visita.
Pero El Principito no era feliz, en ese viaje eterno por la Galaxia Delta,
llegó un momento en su viaje en que se sintió terriblemente solo,
había pasado por inmensas distancias llenas de conocimiento y vida,
grandes lumbreras y soles mágicos,
habitantes de las profundidades del Cosmos lo saludaban,
pero necesitaba hablar con alguien,
recordaba un planeta amigo en sus viajes del pasado,
la tierra, este bello planeta azul,
donde había aprendido tanto,
recordaba la vida que palpitaba en la verde pradera,
sus mares,
la lluvia en su cara,
las mariposas juguetonas,
los grillos saltarines,
las abejas trabajadoras,
los amigos del planeta azul, cómo los extrañaba,
¡qué privilegio tienen ellos de vivir en él!, decía.
Mientras tanto, yo continúo en mi viaje por la nada y el todo,
sin una taza de café en la mañana,
sin una sonrisa de algún amigo,
sin el calor del astro rey en mi cara,
¡cómo extraño el sol y las estrellas¡
daría todo lo que tengo por tan sólo un día en el planeta azul.
por el sonido del viento a través de los árboles,
por entender la incógnita del rayo y el trueno,
por tener el tiempo necesario de decirle a sus habitantes:
Sean felices, ustedes son privilegiados en vivir
en un planeta lleno del cristal del agua,
son privilegiados en poder ver el prisma de un arco iris,
amen mucho a sus hermanos menores, su flora, su fauna,
Amen inmensamente al planeta azul.
El Principito se enjugó su lágrima
y continuo su viaje por la Galaxia Delta
sobre un rápido cometa que atrapó en su viaje.