Así, calladamente, te observo,
te sigo, te poseo...
Te busco en el silencio de mi alma.
Ya todo lo que siento
lo mantengo en silencio.
Y te pienso de día
mientras leo tus versos.
Y te sueño en mis noches,
lo sabe mi almohada...
Así siempre será, quedamente,
a lo lejos.
Ya no quiero reflejos
que empañen mi mirada.
Quedamente cariño te digo
que aún Te Quiero.
Ya lo sabes...lo sè
y sabes que te espero.
Pero ahora en silencio,
ya no ser perturbada...
Cuando al fín me despierto
me miro ante el espejo
y me quedo asombrada
pues veo tu reflejo
en mi propia mirada...
Quedamente te siento.
Tú, Sol de mil luceros,
todas ellas te miran extasiadas
y yo solo te miro desde lejos.
Quedamente...callada...