mis hijos del corazon

ellos no piden nacer

pero son abandonados 

y cuidados deben crecer;

piden amor

piden un hogar

piden que los quieran lejos del dolor

otros, llegan sin anunciarse

algunos en el frio invierno;

nadie los mira cuando los abandonan en la calle

pavimento del infierno

sedientos de amor

llegan a nuestra vida,

les ponemos nombres simpaticos

y los mimamos con sus ocurrencias de dia

Mi primer hijo del corazon

se llamaba capitan,

me cuidaba como su fuese su hijo

y dió su vida protegiendomé de un patan; 

una bala le quitó la vida

pero nunca lo olvidé en su entrega total.

Así, cientos de nombres, 

inolvidables en mi vida;

tal vez en el Valhalla

esten esperandomé hasta aquella jornada

que nos sorprenda algún día.

Algunos rescaté en frias madrugadas

de morir ahogados

de sufrir un accidente

bajo las ruedas de lujosos autos 

de personas que van a toda velocidad

en forma demente.

Una madrugada,

rescaté ocho cachorros;

uno a uno los meti en mi mochila

y en una escuela los dejé

donde de seguro, los niños derrocharian amor sin ahorros

y así, 

rescatando vidas

a veces con hocicos, 

otras

con plumas caidos de un nido.

A mis hijos del corazón

ciento cincuenta perros rescatados

trescientos cincuenta gatos criados

algunos por hermosos me los robaron

otros los he regalado

Palomas, Gorriones, Calandrias

y hasta una tarde en la costa de Quilmes,

rescaté una gaviota

debilitada por falta de comida

voló a su libertad desde casa al mes...

Los recuerdo a todos,

y de seguro

sus almas

algún mensaje dejaran de referencia

a quien les da la nueva buena

sin olvidarse de mi existencia.

Espero cruzar el puente del Arco Iris

para reecontrarme con sus almas

a mis hijos del corazón.