Hormiga viajera

Soñaba una noche
una dulce hormiga
con tierras lejanas.
Mecía entre cantos
sus tiernos anhelos
de montar al alba.
En nube viajera
que al cielo elevaba
acortando distancia
y cuando venía
el sol a mirarla.
En un suspirito
pequeño y agudo
soñaba la hormiga
y siempre callaba.
Llego el verano
y en una gris tarde
que todos jugaban
tomó su maleta
repleta de sueños
y monto al alba
en nube coqueta
que la elevaría
al cielo y su calma.
Es que ella quería
ver a ese lucero
que siempre posaba
la luz de sus ojos
sobre la hormiga
cuando descansaba.
Y ella coqueta
con pura sonrisa
al viento cantaba.
"Lucero, lucero
que vienes al alba
regálame un beso
de esos que encienden
fuego en el alma"
Subióse a la nube
y cuando las estrellas
salieron a rodearla,
miró desde lejos
al tierno lucero
casi sin palabras.
Volvió en la nube
hormiga viajera
hasta su casa
sonriendo a veces
a pleno silencio
a media mañana.