Ya no se va tu imagen,
tu secreta ternura
ni el aire que te envuelve.
Eres como una rosa
de pétalos plegados
donde gentil la brisa
de pronto se desgrana
en aristas brillantes
de luz aquilatada.
Yo pienso que te pienso
con pasos alargados,
con ecos dormilones
y con alas de águila.
Pero al mirar tus ojos
me envuelve la nostalgia
de las primeras olas
que llegan a mi playa.
Vida mía, tus sueños
son cantares del alba.
Son canarios heridos
en mi mano atrapados,
son suspiros de noche,
risas de madrugada,
juncos donde se esconde
la luna embarazada.
No volveré a los nidos
donde reposa el tiempo.
Le cortaré las alas
al viento. Todo mundo
sabrá de mis caricias
a la luz de los faros
buscándome en las olas
desgastadas de sueños.
Anda, ven por las calles
apenas alumbradas
empedradas de lirios
donde tu risa calla,
donde el dolor se muere,
donde la vida cesa
y al pudoroso paso
del sol, sobre la sierra
se encienden las fogatas.
Ríete tú si quieres
del agua y de la espuma,
de la cascada blanca,
de la dorada arena.
Aún así mis ojos
tus ojos adivinan
junto al mar, en la estela
de una nave olvidada.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC