A mis hijos.
Esos tiempos perdidos que siento en el alma.
Invocaba en vano para poder llenarlos
de todo aquello que faltaba y que sabía,
dolor ciego, que nadie repondría lo que yo
había perdido.
Soplaba viento, uno como tantos,
pero estaba ajeno a él mi entendimiento
sumido sólo en esa pérdida extraviada
y que sólo el tiempo y yo conocíamos
en su ser dolido.
Tiempos perdidos, como un sueño que no fue.
Como otoño con nieves y desacostumbrado ser.
Como invierno sin cantos, el sueño sin tiempos
que se fue, privado de esos amores,
amores partidos.
Y es a ustedes, a quienes yo canto en desvarío,
ansiando que sepan que mucho he sentido
sus ausencias, en esos perdidos tiempos,
y que para tenerlos de algún modo conmigo,
en ilusiones, me recluía en mi ser
dividido