Personalmente no distingo,
a esa divina mujer;
pero, por su actuar percibo,
que es dulce como la miel.
Eres, Pilar Buitrago:
un testimonio de amor;
que el río Magdalena trajo,
para dar a Mellín más sabor.
Llevas impregnado en tus venas,
ritmo de Bunde y Bambuco;
obras pulcras y muy cristianas,
que a una ex- Teresita sedujo.
Dios te bendiga, Pilar,
y bendiga a tu familia;
por haber brindado tu hogar,
a mi hija Deyanira.
Eres, señora Pilar,
cual un jardín florecido;
que al mundo suele deleitar,
con su lindo colorido.
Es deuda de gratitud,
que llevaré de por vida.
Pido a mi buen Jesús,
te de salud, dinero y vida. Jucar -18-9-/11