La quietud de esta noche
no percibo al estar de rodillas en esta tierra,
donde mis lágrimas no derramaré para que nunca sientas
mi tristeza.
El silencio, el frío que siento entre las sábanas
lo cambiaría por la tierra mojada en que yaces.
La historia es la misma
al levantarme miro al espejo y veo
tu silueta que desaparece
mientras despejo mi mente
mientras acaba mi sueño.
Ruegos, plegarias, si existes déjame verla,
no en espejos, no en sueños, ni en recuerdos.
Deja que mi aliento le de forma, vida por un momento,
que ilumine esta noche con su presencia.
Acaba con el silencio,
ilumina la noche,
déjame sentir sus manos frías,
que abandone esta fría tierra,
deja que la niebla te cubra por un momento.
Gusanos, sangre, no importa yo estaré siempre a tu lado,
contigo aunque sea por una noche.
Abre tus vacíos ojos y juntos miremos una vez más la luna,
calma mi tristeza y déjame dormir en tu frío regazo.